Busca re-encontrarte con tu cuerpo, escucharte, descubrirte y darte lo que necesitas.
La Danza es un manera de Cambio que tiene toda persona.
Es al llegar, la técnica, la estructura, la prohibición, el juicio y la forma, que se pierde el poder de danzar, de saber lo que uno mismo necesita y de mover lo que el cuerpo guarda. (des de antes de nacer).
Todas nuestras vivencias, emociones y experiencias van quedándose en la memoria celular del cuerpo.
Algunas nos aportan alegría y muchas otras no.
Es cuando permitimos que el cuerpo exprese el contenido, libre, sin juicio, natural, que transformamos aquello que puede estar estancado dentro de nosotros.
Como si el Cuerpo fuera un recipiente que va guardando, debemos vaciarlo para poderlo llenar de nuevas vivencias (agua fluida) a través del movimiento orgánico. Cuando el cuerpo, simplemente guarda y guarda, (el agua se estanca y se pudre) como en un recipiente, las emociones se derraman llegando a aquello que está cerca: tu gente.
Cuando decides darle cabida a todo lo que eres; te aceptas, te entiendes y te permites aflorar lo que está dentro, todo cambia. Cuando miedo, rabia, tristeza, impotencia salen de tu cuerpo, todo se transforma.
Aumenta la comprensión con uno mismo y con los demás el entendimiento y el respeto.
En danzaterapia el grupo es muy importante. Es un apoyo, un reflejo de una parte de ti.
El grupo te ayuda a crecer y a darte cuenta, de que con un recipiente distinto, todos guardamos lo mismo y todos tenemos el poder de vaciarnos y de elegir de que nos queremos llenar.
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A través del movimiento se generan cambios que no son sólo físicos, sino que involucran activamente a nuestro cuerpo interno, muchas veces aislado, ignorado, con miedos o problemas tanto sensoriales como psíquicos.
A través de los estímulos que doy se mueven y cambian los "no" del cuerpo, convirtiéndose en sucesivos "sí", en "esto que estoy haciendo me pertenece". Simplemente estimulo las áreas dormidas, que no acuden únicamente a través de formas auditivas, sino que todo el cuerpo es el protagonista.
Cuando bailamos expresamos no sólo la belleza, sino también los miedos, la rabia, la angustia, el dolor. Cada uno de esos estados son personajes que viven dentro nuestro y que pugnan por salir con la misma intensidad con que nos resistimos, muchas veces, a dejarlos aflorar o, tal vez, a reconocerlos como propios. Y es a través de la danza, más que de la palabra, que logran encontrar esa salida.
No danzamos para gustar, sino para ser nosotros mismos, para poder crear, expresarnos y entregar a los demás, desde el principio y para siempre.
Trabajo mucho en el reconocimiento del propio cuerpo, en la alegría de la aceptación y en la posibilidad de expresión.
Quiero agradecer a mis Maestras: María Fux y Elena Cerruto. ( www.sarabanda.es)
Artistas que a través de un trabajo creativo, han encontrado un método que logra cambios en la gente, mediante el movimiento.
Mi función como danzaterapeuta es estimular las potencialidades que todos tienen.
No hablamos de curar, sino de cambiar.
Y cualquiera sea el tipo o gravedad de un problema, siempre habrá algo que se pueda modificar para poder disfrutar un poquito más de la vida.
